La lectura del día de hoy, 19 de enero, para nuestro plan de leer la Biblia en un año



Se encuentra en el Antiguo Testamento, en el libro de Génesis, capítulos 46 y 47, y en el Nuevo Testamento, en el libro de Mateo, capítulo 13, versículos del 1 al 30.

Antes de iniciar, pongamos este día y este momento tan especial en las manos de Dios, nuestro Señor y Salvador:


Oración inicial

"Querido Señor, en este nuevo día que comienza, te doy gracias por tu misericordia y fidelidad. Te ruego que me guíes, me cuides y me llenes de tu amor. Ayúdame a vivir este día en tu presencia, siendo una luz para los demás. Que cada pensamiento, palabra y acción que realice sea agradable a ti. Gracias por el regalo de tu palabra, que me guía y fortalece. Te pido que me llenes de entendimiento para comprender todas las maravillas que me revelas. Que tu Espíritu Santo renueve mi corazón y me guíe en todo momento. Que esta lectura me ayude a tener una comunión más íntima contigo y que, en todas mis acciones, refleje tu amor. En el nombre de Jesús, Amén."


Lectura de la Biblia

📖 Génesis capítulos 46 y 47
Si no tienes Biblia, puedes dar clic aquí.

📖 Mateo, capítulo 13, versículos del 1 al 30
Si no tienes Biblia, puedes dar clic aquí.


Reflexión y meditación

Para reforzar nuestra lectura y meditar en la misma, respondamos estas tres preguntas:

Génesis capítulos 46 y 47

  1. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con Dios?

    • Confianza en el plan de Dios: Israel (Jacob), antes de partir a Egipto para reencontrarse con su hijo José, ofreció sacrificios en Beerseba. En ese momento, Dios le habló, asegurándole que no temiera. Esto nos enseña que, al buscar comunión con Dios, experimentamos Su presencia y guía en nuestras decisiones, incluso en momentos de incertidumbre.
    • Dependencia de Su provisión: Dios utilizó a José como medio para proveer a su familia durante la hambruna. Esto nos invita a reconocer Su fidelidad y confiar en que Él siempre cuida de nuestras necesidades.
  2. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con los creyentes?

    • Unidad y reconciliación: José mostró amor y perdón hacia sus hermanos. Esto nos anima a buscar la unidad y la paz en nuestras relaciones con otros creyentes.
    • Sabiduría en las relaciones: José, con discernimiento, asignó a su familia la región de Gosén, asegurando su bienestar. Esto nos inspira a tomar decisiones que beneficien a nuestra comunidad de fe.
  3. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con los no-creyentes?

    • Ser un canal de bendición: José administró sabiamente los recursos de Egipto para salvar vidas. Esto nos llama a ser una bendición para quienes nos rodean, reflejando el carácter de Dios.
    • Testimonio de obediencia: Jacob (Israel) obedeció a Dios al viajar a Egipto, confiando plenamente en Su dirección. Nuestro testimonio de fe puede ser una luz para quienes no conocen a Dios.

Mateo capítulo 13, versículos del 1 al 30

  1. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con Dios?

    • Examinar nuestro corazón: La parábola del sembrador nos invita a pedir a Dios que haga nuestro corazón como tierra fértil, dispuesto a recibir Su palabra y dar fruto abundante.
    • Paciencia en el crecimiento: La parábola de la cizaña nos enseña a confiar en el tiempo de Dios y esperar con fe Su obra en nosotros y en el mundo.
  2. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con los creyentes?

    • Motivación para discipular: Ayudar a otros creyentes a crecer espiritualmente, guiándolos a dar fruto en su vida cristiana.
    • Tolerancia y amor: La presencia de la cizaña junto al trigo nos llama a ser pacientes y mostrar gracia hacia otros creyentes, especialmente en medio de las diferencias.
  3. ¿Cómo aplicarlo en mi relación con los no-creyentes?

    • Sembrar con esperanza: Compartir el evangelio sin desanimarnos, confiando en que Dios hará germinar la semilla en Su tiempo.
    • Ser testimonio de Cristo: Vivir como trigo entre la cizaña, siendo un reflejo del amor y la verdad de Cristo en medio del mundo.

Conclusión general

Estas lecturas nos recuerdan:

  1. Con Dios: Confiemos plenamente en Su plan, busquemos Su guía y dependamos de Su provisión en cada aspecto de nuestra vida.
  2. Con los creyentes: Promovamos la unidad, el perdón y el amor en la comunidad de fe. Seamos apoyo y ejemplo para otros creyentes.
  3. Con los no-creyentes: Reflejemos el carácter de Cristo, siendo un canal de bendición y un testimonio de Su amor para el mundo.

En resumen, somos llamados a vivir en comunión con Dios y reflejar Su amor tanto en la familia espiritual como en nuestras relaciones con los no-creyentes, siendo luz y sal en el mundo.


Oración después de la lectura

"Gracias, Señor, por las enseñanzas del día de hoy. Te ruego que me perdones si he fomentado división en lugar de unidad o si he sido cizaña en lugar de trigo. Límpiame de toda maldad y haz mi corazón más conforme al tuyo. Ayúdame a ser luz y sal, viviendo de una manera que sea agradable a ti. Gracias por tu amor y misericordia. En el nombre de tu amado Hijo Jesucristo, Amén."

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