19 de Febrero: Soltando el Pasado para Abrazar la Paz y el Propósito Divino



19 de febrero es un hermoso día para recordar lo que nos ha traído a este momento.
Si hay algo del pasado que no nos permite avanzar con paz y tranquilidad, soltemoslo para encontrar la paz y la sanidad. Antes de la lectura bíblica que corresponde al día de hoy en nuestro plan de lectura anual, oremos:


Oración por Paz, Sanidad y Dirección

Señor amado,

Hoy vengo delante de Ti con un corazón sincero, lleno de emociones que quiero poner en Tus manos. Tú conoces mis pensamientos, mis luchas y todo lo que he sentido en mi corazón. No quiero guardar rencor ni permitir que mis sentimientos me alejen de la paz que Tú me has dado.

Te pido que sanes mi corazón y me ayudes a soltar cualquier dolor, decepción o inquietud. Dame sabiduría para saber cómo actuar y ayúdame a encontrar las palabras correctas y los pensamientos que te honren. Si hay algo en mí que deba cambiar, muéstramelo con amor y guíame en el proceso.

Señor, también te pido por las personas que me rodean, por aquellos que quizá no comprendieron mi sentir. Llena sus corazones de amor y entendimiento, y ayúdame a ser luz aun en medio de mi proceso.

Tomo refugio en Ti, porque sé que en Tu presencia encuentro descanso y claridad. Gracias porque me escuchas y porque nunca me dejas sola.

En el nombre de Jesús, amén.


Y continuamos con la lectura correspondiente a este día 19 de febrero, que se encuentra en Números 3-4 y Marcos 2.


Números 3

En Números 3 se lleva a cabo el censo de los levitas, quienes son separados para servir como sacerdotes y encargados del tabernáculo, siguiendo las instrucciones dadas por Dios a Moisés. Dios designa a Aarón y a sus hijos como los sacerdotes principales, mientras que los levitas, bajo la dirección de Aarón, son responsables del servicio en el tabernáculo, el cuidado de los utensilios y el transporte de todo lo relacionado con la tienda de reunión. Cada levita es contado y asignado a un área específica del servicio, desde la vigilancia de la tienda hasta el cuidado de los objetos sagrados. Este capítulo también muestra cómo el tributo o rescate de los primogénitos es un acto de consagración hacia Dios.

Enseñanza

  • Servicio a Dios como llamado especial: La dedicación de los levitas nos recuerda que cada uno de nosotros tiene un propósito específico dentro del cuerpo de Cristo y que el servicio a Dios requiere obediencia, sacrificio y compromiso.
  • La importancia de la obediencia: El censo y las instrucciones detalladas demuestran que obedecer los mandamientos de Dios es esencial para mantener el orden y la santidad en la comunidad.
  • Consagración y sacrificio: La práctica del rescate de los primogénitos subraya la necesidad de consagrarse a Dios y reconocer su soberanía sobre nuestras vidas, recordando la protección y redención que Él brindó al pueblo de Israel.
  • Trabajo en equipo en la comunidad: Cada levita tiene un papel único que, en conjunto, contribuye al bienestar y la unidad del pueblo de Dios.

Números 3 nos enseña la importancia de estar dispuestos a servir a Dios, obedecer Sus mandamientos y reconocer que cada persona tiene un rol único en la obra divina.


Números 4

Números 4 se centra en la organización y el servicio de los levitas, quienes fueron encargados de cuidar y transportar el tabernáculo y sus elementos sagrados. El capítulo detalla las responsabilidades específicas asignadas a las diferentes familias levíticas (Gersón, Coat y Merar) para asegurar que cada parte del tabernáculo se manejara con el debido respeto y cuidado. Esto enfatiza el orden y la precisión en el servicio a Dios, resaltando que cada detalle y rol son esenciales para el correcto funcionamiento del culto y la preservación de lo sagrado.

Enseñanza

  • Responsabilidad y servicio dedicado: Cada levita tenía un rol específico, lo que nos enseña que en la comunidad de fe cada miembro es importante y tiene una función única.
  • Obediencia y precisión: Las instrucciones detalladas demuestran que seguir la voluntad de Dios al pie de la letra mantiene su santidad intacta.
  • Trabajo en equipo y orden: La división de responsabilidades entre las familias levíticas resalta el valor del trabajo en conjunto para fortalecer la comunidad.
  • Cuidado y respeto por lo sagrado: El manejo meticuloso de los elementos consagrados nos invita a valorar y cuidar lo espiritual en nuestra vida diaria.

Números 4 nos enseña que el servicio a Dios implica orden, responsabilidad, obediencia y un profundo respeto por lo sagrado, recordándonos que cada tarea en la comunidad de fe tiene un propósito fundamental.


Marcos 2

En Marcos 2 se evidencia el poder transformador de Jesús, tanto en lo espiritual como en lo físico. La sanación del paralítico, realizada a través de la fe de sus amigos, no solo demuestra la capacidad de Jesús para restaurar la salud, sino también para perdonar pecados, mostrando su autoridad divina. Además, la controversia que genera con los escribas y fariseos, junto con el llamado a Levi, el recaudador de impuestos, marca el inicio de un nuevo paradigma en la relación con Dios: uno basado en la inclusión, la misericordia y la verdadera renovación interior, más allá de las tradiciones establecidas.

Enseñanza

  • El poder de la fe y la comunidad: La determinación de los amigos del paralítico nos enseña que la fe compartida y el apoyo mutuo pueden superar grandes obstáculos.
  • Autoridad para perdonar y sanar: Jesús demuestra que su autoridad abarca tanto la sanidad física como el perdón de pecados, subrayando la importancia del perdón para la restauración completa del ser humano.
  • Inclusión y transformación: La invitación de Jesús a Levi simboliza que su mensaje es para todos, especialmente para aquellos marginados, y nos desafía a derribar prejuicios y acoger con amor.
  • Nueva perspectiva sobre la fe: Las enseñanzas de Jesús redefinen la práctica religiosa, enfatizando la transformación del corazón sobre el mero cumplimiento ritual.

En resumen, Marcos 2 nos llama a vivir una fe auténtica, caracterizada por el amor, la misericordia y la disposición a transformar nuestras vidas y las de quienes nos rodean, reconociendo siempre la autoridad y la gracia de Jesús.


Reflexión: Tres Preguntas para Meditar

  1. ¿Qué me enseña acerca de Dios?

    • Soberanía y orden: Dios establece un orden perfecto en Su casa, cuidando cada detalle y esperando obediencia y santidad.
    • Gracia y misericordia: Jesús nos muestra un Dios compasivo que restaura tanto lo físico como lo espiritual.
    • Inclusión y redención: Dios acoge a todos y ofrece una nueva oportunidad de vida, restaurando a quienes son marginados.
  2. ¿Qué me enseña acerca de mí mismo?

    • Vocación y propósito: Cada uno tiene un papel único en el plan de Dios, y estamos llamados a servir con nuestros dones y talentos.
    • Necesidad de obediencia y compromiso: La importancia de vivir conforme a los mandamientos divinos para cumplir nuestro propósito.
    • Valor personal y restauración: Somos dignos de redención y amor incondicional, y Dios nos invita a dejar atrás el peso del pasado.
  3. ¿Qué me enseña acerca de las personas y el mundo a mi alrededor?

    • Valor de la comunidad y el trabajo en equipo: Cada miembro aporta de manera única al bienestar común.
    • Importancia del apoyo mutuo y la solidaridad: La fe compartida y la ayuda mutua nos permiten superar obstáculos.
    • Inclusión y compasión: Reconocer el valor único de cada persona transforma nuestras relaciones y nuestro entorno.

Estas enseñanzas nos invitan a ver a Dios como un ser de orden, misericordia e inclusión; a reconocernos como parte integral y valiosa del plan divino; y a comprender que, en comunidad, mediante el apoyo mutuo y la compasión, podemos transformar el mundo que nos rodea.


Oración Final

Señor, gracias por revelarme tu soberanía y el orden en cada detalle de tu creación, y por tu infinita misericordia que nos llama a la inclusión y redención.

Hoy reconozco que Tú me has creado con un propósito especial y te pido que me ayudes a descubrir y cumplir mi vocación. Fortalece mi obediencia y compromiso para servirte fielmente, sanando mis heridas y renovando mi espíritu para ser luz en este mundo.

Enséñame, Señor, a ver a las personas a mi alrededor como portadoras de tu imagen. Ayúdame a cultivar la solidaridad, el trabajo en equipo y la compasión, para que a través de mi vida se refleje tu amor incondicional y se transforme mi comunidad en un lugar de paz y unidad.

Que cada paso que dé sea un testimonio de tu gracia y un reflejo de la esperanza que nos das, transformando mi entorno y llevándonos a todos hacia tu camino de vida.

En el Nombre de Cristo Jesus Amén.

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