Dios no rechaza al que viene a Él con fe
Lectura del 03 de abril: Jueces 10–11; Lucas 7:18–50
Preámbulo
Cada día que abrimos la Palabra de Dios es una oportunidad para conocer más Su carácter, entender nuestro propósito y recibir dirección para nuestra vida. Hoy, la lectura de Jueces y Lucas nos confronta con decisiones, errores humanos y la misericordia inagotable de nuestro Salvador. Que el Espíritu Santo abra nuestro entendimiento para recibir lo que Él quiere hablarnos.
Lectura del día: Jueces 10–11 y Lucas 7:18–50
En Jueces 10 y 11, vemos al pueblo de Israel alejarse nuevamente de Dios, buscando ídolos y provocando Su ira. Sin embargo, también observamos Su compasión al ver el sufrimiento de su pueblo cuando claman por ayuda. La historia de Jefté, aunque polémica, nos muestra cómo Dios puede usar incluso a aquellos rechazados por la sociedad para cumplir sus propósitos.
En Lucas 7:18–50, se relatan dos eventos significativos: la duda de Juan el Bautista y la historia de la mujer pecadora que unge los pies de Jesús. En ambos casos, vemos cómo Jesús responde con gracia, afirmando Su identidad como el Mesías y mostrando que el perdón y el amor están disponibles para todos los que vienen a Él con fe sincera.
Oración de intercesión por los enfermos
Señor amado, hoy nos presentamos ante Ti para interceder por todos los que están enfermos. Te pedimos que Tu mano de sanidad toque sus cuerpos, que los fortalezca, les devuelva el aliento, y que experimenten Tu paz en medio del dolor. Sostén también a sus familias y dales esperanza. En el nombre de Jesús, te rogamos por salud, consuelo y vida. En Cristo Jesús Amén.
Conclusión de la lectura
Los capítulos de Jueces nos enseñan que aunque muchas veces el ser humano falla, Dios está dispuesto a escuchar el clamor sincero de Su pueblo. En Lucas, vemos que Jesús no rechaza a quienes vienen con fe, incluso si el mundo los considera pecadores. Él ve el corazón, perdona, restaura y honra a los que lo aman de verdad.
🛑 Lección especial: ¿Pecó Jefté al cumplir su voto?
Sí. Aunque Jefté fue usado por Dios para liberar a Israel, su decisión de cumplir un voto tan imprudente fue un grave error. Su voto no fue inspirado por la ley de Dios, sino por influencias paganas, donde era común sacrificar personas para “agradar” a los dioses.
“Y Jephté hizo voto a Jehová… cualquiera que me saliere a recibir de las puertas de mi casa… lo ofreceré en holocausto.”
— Jueces 11:30–31
Cuando su hija salió a recibirlo, no consultó a los sacerdotes, ni buscó redención conforme a la Ley, sino que decidió “cumplir” lo que había dicho, aunque eso implicara una acción que Dios aborrece: el sacrificio humano.
📌 En la Ley Mosaica existían formas para redimir un voto imprudente (Levítico 27), como ofrecer un becerro o varios, según la valoración del sacerdote. Pero Jefté no era sacerdote.
Una acción fuera de su llamado y sin conocimiento. La obediencia sin discernimiento puede convertirse en fanatismo o tragedia.
🙏 Enseñanza para hoy
-
No todo lo que prometemos en nombre de Dios está bien.
-
Nunca debemos cumplir un voto que implique pecado.
-
Antes de tomar decisiones espirituales grandes, consulta la Palabra y el consejo sabio.
Preguntas para meditar
-
¿Qué me enseña acerca de Dios?
Que Dios es justo, pero también misericordioso. Él no se complace en el sufrimiento de Su pueblo, y cuando ve arrepentimiento sincero, responde con gracia. Jesús muestra Su divinidad al perdonar pecados y reconocer la fe de quienes el mundo rechaza. -
¿Qué me enseña acerca de mí mismo?
Que necesito estar atento a mi corazón, a no alejarme de Dios por cosas pasajeras. También me enseña que, aunque haya fallado, puedo volver a Él con fe y sinceridad, y recibiré perdón. -
¿Qué me enseña acerca de las personas y el mundo a mi alrededor?
Que muchas veces juzgamos por apariencias, pero Dios ve el corazón. Todos tenemos necesidad de gracia, y debemos aprender a mirar con compasión a los demás, como Jesús lo hace.
Oración Final
Padre bueno, gracias por tu Palabra. Hoy me has mostrado que siempre hay esperanza para el que se arrepiente, que Tú escuchas al que clama y respondes con amor. Ayúdame a mantener mi corazón firme en Ti, a no alejarme, y a ser un reflejo de tu misericordia hacia los demás. Te entrego este día, confiando en que caminarás conmigo. En el nombre de Jesús, amén.
Comentarios
Publicar un comentario