📅 Devocional del 25 de mayo
📖 Lecturas: 1 Crónicas 6–7; Juan 8:21–36
Gratitud anticipada
Orar no siempre es pedir.
Es confiar tanto en el amor del Padre, que el alma se adelanta y agradece.
Porque cuando descansamos en Su voluntad, la fe comienza a llamar lo que no vemos, como si ya fuera real.
Hoy me acerco a la Palabra así: con gratitud, con esperanza, con fe.
No solo para entender, sino para confiar en lo que Dios aún está escribiendo.
🙏 Oración antes de la lectura – Gratitud por lo que viene
Padre amado,
Hoy me acerco a Ti con el corazón en silencio, pero lleno de esperanza.
Gracias por todo lo que me has dado: por este día, por la vida, por Tu presencia constante.
Pero hoy también quiero darte gracias por lo que aún no ha llegado…
Gracias por las respuestas que aún espero,
por los caminos que se abrirán,
por las promesas que están en proceso.
Gracias por la familia que estás formando,
por la sanidad que estás obrando,
por los sueños que estás cultivando en lo secreto.
Gracias, incluso, por lo que no entiendo todavía,
porque sé que en todo estás Tú.
Hoy abro mi Biblia confiando no solo en lo que ya he visto,
sino también en lo que estás preparando.
Enséñame a caminar con fe y a descansar en Tu voluntad.
Háblame, Señor… aquí estoy, lista para escucharte.
En tu nombre, mi Señor, amén.
📖 1 Crónicas 6 – “El llamado que permanece”
Este capítulo detalla la genealogía de la tribu de Leví, llamada al servicio sagrado: sacerdotes, cantores, portadores del arca, y siervos del tabernáculo.
Aunque parecen solo nombres, Dios los registra con honor. Porque Él no olvida a los que ha llamado y consagrado.
💭 Reflexión
En cada generación hubo un lugar de servicio, aunque no todos fueron visibles. Esto nos recuerda que el valor eterno no está en lo público, sino en la consagración real.
Lo que haces para Dios —aunque nadie lo vea— cuenta en el cielo.
💡 Aplicación
Dios conoce tu nombre y tu servicio. No importa si no tienes título o púlpito. Si eres fiel, tu nombre está escrito donde más importa: en Su corazón.
📖 1 Crónicas 7 – “Dios ve más allá de los números”
Aquí se enumeran las genealogías de varias tribus. Puede parecer repetitivo, pero en los versículos 20–23 hay un momento conmovedor:
Efraín llora a sus hijos muertos, y Dios le da otro hijo: Bería (“en tiempos de aflicción”).
💭 Reflexión
Este pasaje nos recuerda que Dios no solo cuenta personas, también consuela corazones.
Aun en el dolor generacional, Él está presente.
Dios no ignora nuestras pérdidas; las transforma en nuevos comienzos.
💡 Aplicación
Quizá hoy estés en un tiempo de Bería, en medio del duelo o la espera. Confía: Dios está obrando en lo secreto. Y Su consuelo trae nuevas promesas.
📖 Juan 8:21–36 – “Solo la verdad de Cristo te hace libre”
Jesús confronta la falsa seguridad de los judíos que decían: “Nunca hemos sido esclavos”.
Pero Jesús revela que la verdadera esclavitud es la del pecado, y que solo el Hijo puede liberarnos realmente.
“Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (v. 32)
💭 Reflexión
Podemos ser libres en lo externo, pero seguir encadenados internamente: por el orgullo, la culpa, el miedo o la costumbre.
Solo cuando creemos en Jesús de verdad, las cadenas comienzan a romperse.
💡 Aplicación
¿Dónde está tu libertad hoy?
Jesús no vino solo a perdonarte, vino a liberarte del peso que no puedes cargar más.
Y esa libertad se recibe por fe, no por esfuerzo.
No es algo que haces, es alguien en quien confías: Jesús.
🙌 Oración final
Señor Jesús,
Hoy reconozco que sin Ti no hay verdadera libertad.
Perdona mis pecados, limpia mi corazón, y rompe toda cadena que me impide avanzar.
Quiero caminar en la verdad que viene de Ti, no en las ideas del mundo.
Enséñame a vivir como hija tuya, libre del pecado y llena de tu Espíritu.
Gracias porque no me condenas, sino que me liberas.
En tu nombre poderoso oro, amén.
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