📖 Lectura bíblica: 1 Crónicas 26–27; Juan 11:18–46
Antes de comenzar la lectura de hoy, hago una pausa para preparar mi corazón.
Sé que en cada página de la Escritura, Dios tiene algo para decirme, incluso en los pasajes que parecen solo organización, nombres o eventos antiguos. En los capítulos de Crónicas, Él me recuerda que todo servicio, toda función y cada persona tiene un propósito dentro de Su obra. Nada es insignificante cuando se hace para Dios.
Y en el Evangelio de Juan, me acerco a uno de los momentos más conmovedores del ministerio de Jesús: el duelo por Lázaro. Allí, el Señor no solo muestra su divinidad al vencer la muerte, sino también su humanidad al llorar con los que ama.
Hoy, me dispongo a recibir tanto la estructura del Reino como la compasión del Rey. Quiero escuchar la voz de Aquel que organiza el cielo y también se conmueve por mis lágrimas. Que mi mente esté atenta, y que mi espíritu esté abierto para aprender, recibir y adorar.
🙏 Oración antes de la lectura
Señor amado,
Abro Tu Palabra con un corazón dispuesto.
Habla a mi vida, enséñame lo que necesito entender,
y haz que cada versículo me acerque más a Ti.
Que no solo lea, sino que escuche Tu voz.
En Cristo Jesús, amén.
📖 1 Crónicas 26 – Porteros, tesoreros y servidores del templo
Este capítulo nos presenta la organización de los porteros del templo, los encargados de los tesoros y los oficiales administrativos del reino. Aunque parece una lista técnica, encierra lecciones profundas sobre el servicio humilde, la fidelidad y la importancia del orden en el Reino de Dios.
✨ Enseñanzas espirituales:
1. Dios valora cada función, por pequeña que parezca
Los porteros no eran sacerdotes ni cantores, pero su rol era esencial. Esto nos recuerda que no hay tareas “menores” cuando se hacen para Dios.
“Fueron distribuidos los porteros por sus turnos... cada uno según su oficio, para servir en la casa de Jehová” (v.12)
👉 Si tu labor parece invisible ante los hombres, recuerda que es preciosa a los ojos de Dios.
2. Dios honra la fidelidad de generación en generación
Muchos servidores eran hijos de levitas fieles. Tu obediencia hoy puede abrir caminos espirituales para los que vienen detrás.
“Porque era varón muy entendido” (v.14)
👉 Sirve hoy sembrando legado eterno.
3. Hay belleza en el orden y la obediencia
El servicio en el templo no era improvisado. Todo tenía su tiempo y lugar.
“Por suertes echaban la distribución… para cada puerta” (v.13)
👉 El orden divino trae paz y armonía al cuerpo de Cristo.
4. Dios confía en quienes tienen integridad
Los tesoreros manejaban bienes sagrados. Dios sigue buscando manos limpias y corazones fieles.
“Jefes que moraban en Jerusalén” (v.29)
👉 La integridad es la base para todo liderazgo confiable.
🙌 Reflexión final
Cada labor en el Reino de Dios tiene un propósito. Ya sea visible o anónima, tu fidelidad sostiene la obra de Dios. Él no busca celebridades, sino siervos leales.
📖 1 Crónicas 27 – Estrategia, liderazgo y administración en el Reino
Este capítulo expone la organización militar y administrativa del reinado de David. Aunque parece una simple lista de nombres, revela el valor de la estrategia y del liderazgo responsable dentro del propósito divino.
✨ Enseñanzas espirituales:
1. Dios se glorifica en el orden
David, hombre conforme al corazón de Dios, estableció turnos, responsabilidades y jerarquías.
“Estos fueron los jefes de las divisiones que servían al rey…” (v.1)
👉 Servir a Dios incluye honrar el orden y la planificación.
2. Cada líder tenía una función específica
El Reino funcionaba gracias a roles diversos. Todos eran importantes.
👉 Descubre cuál es tu función en el cuerpo de Cristo y hazla con excelencia.
3. Liderar es más que mandar: es administrar con temor de Dios
Los líderes reales eran responsables de los recursos del pueblo y del templo.
👉 El verdadero liderazgo se basa en integridad, no en control.
4. No todo debe ser contado… algunas cosas solo se confían a la fe
David no censó a los jóvenes porque confiaba en la promesa de Dios de multiplicar a Israel.
“No hizo David el censo de los de veinte años abajo…” (v.23)
👉 No intentes controlar todo. Algunas promesas se sostienen solo creyendo.
🙌 Reflexión final
Dios desea que vivamos con pasión espiritual, sí, pero también con sabiduría, administración y visión. Una vida ordenada es una vida lista para ser usada por Él.
📖 Juan 11:18–46 – Jesús, la vida en medio del duelo
Este pasaje relata uno de los milagros más poderosos de Jesús: la resurrección de Lázaro. Pero más allá del poder sobrenatural, encontramos aquí un profundo mensaje de consuelo, compasión y fe.
✨ Enseñanzas espirituales:
1. Dios no siempre llega cuando queremos, pero nunca llega tarde
A veces la espera duele, pero el propósito de Dios es mayor.
“Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v.21, 32)
👉 Su aparente tardanza puede ser el escenario para Su gloria.
2. La fe real permanece, incluso ante lo imposible
Marta dudó porque el cuerpo ya “hollía”. Jesús la llama a creer más allá de la lógica.
“¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (v.40)
👉 La fe verdadera cree cuando la razón ya no puede.
3. Jesús se conmueve con nuestro dolor
Antes de obrar el milagro, Jesús lloró. Él no es indiferente al sufrimiento humano.
“Jesús lloró” (v.35)
👉 No estás solo. Aun cuando no entiendes, Él está contigo.
4. Jesús no solo da vida: Él es la vida
Él no ofrece solo consuelo, sino transformación eterna.
“Yo soy la resurrección y la vida” (v.25)
👉 Unirte a Jesús es experimentar vida, aún en medio del valle.
🙌 Reflexión final
Este no es solo un relato del pasado, sino una invitación presente. Jesús sigue levantando lo que parecía muerto, sigue llorando contigo, y sigue llamándote a creer.
🙏 Oración final después de la lectura
Señor amado,
Gracias por mostrarme hoy que cada detalle de Tu Reino tiene sentido:
desde el que cuida una puerta, hasta el que dirige una nación.
Enséñame a servir con humildad, fidelidad y excelencia.
Gracias por llorar conmigo, por esperarme, y por hablar vida
donde todo parecía perdido.
Hazme una persona que no solo cree con palabras,
sino que actúa con confianza y amor.
Hoy, te digo de corazón:
Creo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Amén.
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