1 Marzo Oración de Gratitud y Guía para un Nuevo Comienzo



Oración para Agradecer por el Mes que Termina y Pedir Guía en el Mes que Comenzamos

Señor,
Gracias por cada paso que me has permitido dar en el mes de febrero. Gracias por las lecciones que me ayudaron a crecer y por las decisiones que me hicieron más fuerte. Hoy dejo atrás todo lo que ya no me sirve, todo lo que me limitaba, y tomo solo lo que me ha hecho crecer.

Te pido, Señor, que me guíes en este nuevo camino. Que al tomar decisiones, pueda sentir tu presencia a cada paso. Que no me sienta sola, que en cada momento sienta tu amor y tu luz guiándome hacia lo nuevo. Hoy quiero enterrar lo que ya no tiene vida, lo que ya no me aporta, y abrazar lo nuevo con esperanza y fe.

Que tu paz me rodee, Señor, y que tu mano sea mi guía. Te pido sabiduría para saber qué hacer en cada momento y claridad para ver el camino con confianza. Gracias por estar siempre a mi lado, por ser mi fortaleza y por darme la valentía para seguir adelante.

En tu nombre, te doy gracias, Señor, por este nuevo comienzo y por todo lo que está por venir. Amén.


Reflexión sobre la Lectura: Números 28 y 29; Marcos 7:14-37

Continuamos con el plan de lectura anual en el Antiguo Testamento, específicamente en los capítulos:

 28 y 29 de Números, y en el Nuevo Testamento en Marcos 7, del 14 al 37.

Números 28: Este capítulo resalta la importancia de las ofrendas y sacrificios como actos de adoración y consagración a Dios. Dios establece rituales periódicos para que el pueblo de Israel no olvide su pacto con Él y para que se mantengan en santidad. Aunque estos rituales eran específicos para el pueblo de Israel en ese tiempo, la enseñanza que podemos extraer es la importancia de la dedicación continua a Dios, tanto en momentos rutinarios como en ocasiones especiales. Este capítulo nos invita a reflexionar sobre cómo en nuestra vida diaria podemos ofrecer no solo sacrificios materiales, sino también nuestro tiempo, esfuerzo y corazón, dedicándonos a Él de manera constante.

Números 29: Aquí se subraya la importancia de adorar a Dios a través de sacrificios y ofrendas durante las festividades religiosas. Cada una de estas fiestas tenía un propósito específico: consagración, arrepentimiento y celebración. Las ofrendas eran una forma tangible de expresar devoción y reconocer la soberanía de Dios. Aunque estaban muy ligadas a las costumbres del Antiguo Testamento, nos recuerdan la importancia de consagrar tiempos específicos para adorar y honrar a Dios en nuestra vida diaria.

Marcos 7:14-37: En estos pasajes, Jesús redefine la pureza y la salvación, indicando que la verdadera limpieza espiritual proviene de un corazón limpio y no de tradiciones externas. Jesús subraya que la fe genuina es lo que abre las puertas de la gracia de Dios, incluso para aquellos que no son del pueblo de Israel, como la mujer cananea. También muestra su poder de sanar y restaurar, no solo de manera física, sino también de forma espiritual. El mensaje central es que la fe sincera, la humildad y un corazón puro son esenciales para acercarse a Dios.


Reflexionemos sobre estas preguntas basadas en las conclusiones:

  1. ¿Hay algo que deba creer?
    Debes creer que la verdadera pureza y adoración provienen de un corazón sincero, y no de las normas externas ni rituales. Dios valora más la fe genuina y la dedicación constante a Él en tu vida diaria. Además, debes creer que Jesús tiene el poder de transformar tu vida, tanto interna como externamente.

  2. ¿Hay algo que deba sentir?
    Debes sentir humildad y gratitud por la gracia de Dios. También debes sentir un profundo deseo de consagrar tu vida a Él y purificar tu corazón, buscando vivir en obediencia y fe. La adoración genuina a Dios debe ser una actitud diaria, no solo en momentos específicos.

  3. ¿Hay algo que deba hacer?
    Debes perseverar en tu fe y en tu relación con Dios. Esto implica vivir con un corazón limpio y consagrado en tu día a día, dedicar tiempo para adorarlo, y permitir que Jesús toque y transforme las áreas de tu vida que necesitan sanación.


Oración final:

Señor Dios,
Te agradezco por tu amor, tu gracia y tu constante presencia en mi vida. Hoy vengo delante de Ti con un corazón humilde, reconociendo que la verdadera pureza y adoración provienen de un corazón sincero, no de tradiciones ni rituales externos. Ayúdame a creer firmemente que, a través de Jesús, la transformación interior es posible, y que solo Él puede purificar mi vida, mis pensamientos y mis acciones.

Te pido también que me guíes a vivir con una fe genuina. Que tu luz brille en mí, sanando mis heridas y purificando mi ser, para que pueda caminar en el propósito que tienes para mí.

Gracias, Señor, por ser mi guía y por el poder de la transformación que solo Tú puedes ofrecer. En el nombre de Jesús,
Amén.


Espero que este artículo te sea de ayuda. ¡Que tengas un mes lleno de bendiciones y un camino claro hacia lo que Dios tiene preparado para ti!

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