22 de Enero Reflexion Biblica del Plan de Lectura Anual



En este momento que vamos a dedicar a la lectura de la palabra de Dios, lo iniciamos con una oración:

Oración inicial:
"Gracias, Padre celestial, por este hermoso día que me regalas. Te ruego que me acompañes en este día y que pueda vivirlo de manera que te agrade. Abre mi entendimiento y corazón para recibir tu palabra. En tu nombre, Señor, amén."

Introducción:
Hola, el día de hoy vamos a leer la palabra de Dios en el segundo libro de la Biblia, Éxodo, capítulos 4, 5 y 6, y en el Nuevo Testamento, en el libro de Mateo capítulo 14, versículos del 22 al 36. Al finalizar nuestra lectura, reflexionaremos respondiendo estas tres preguntas:

  1. ¿Hay algo que deba creer?
  2. ¿Hay algo que deba sentir?
  3. ¿Hay algo que deba hacer?

1. ¿Hay algo que deba creer?

  • Éxodo 4-6:
    Estos capítulos nos muestran a un Dios poderoso que cumple sus promesas, incluso cuando las circunstancias parecen empeorar. Él tiene el control de todo. Vemos cómo Dios equipó a Moisés para que cumpliera el propósito de liberar a Su pueblo Israel, dándole instrucciones claras y capacitándolo. También nos revela que Dios escucha el clamor de Su pueblo y actúa para liberarlos.
    Debo creer que el mismo Dios Todopoderoso que liberó a Su pueblo y equipó a Moisés puede liberarme a mí de cualquier situación difícil si clamo a Él, aun cuando parezca que todo empeora.

  • Mateo 14:22-36:
    En este pasaje, vemos a Jesús caminando sobre el agua, calmando la tormenta y fortaleciendo la fe de Pedro. El agua puede simbolizar las circunstancias inestables de la vida y el viento, las pruebas que desafían nuestra fe. Cuando Pedro fijó su mirada en Jesús, pudo superar lo imposible; pero al dudar, comenzó a hundirse.
    Debo creer que si fijo mi mirada en Jesús y confío en Él, puedo superar las circunstancias más difíciles. Jesús tiene el poder de sostenerme y traer calma, incluso en las tormentas de la vida.


2. ¿Hay algo que deba sentir?

  • Éxodo 4-6:
    Debo sentir confianza en que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob también es mi Dios y que Él cumple lo que promete, aunque los resultados no sean inmediatos. Al tener fe, también debo experimentar humildad y dependencia de Dios, reconociendo que no puedo hacerlo solo. Así como Moisés confesó sus limitaciones, yo también puedo confiar en que Dios me equipará con lo necesario para cumplir Su propósito. Debo sentir esperanza y consuelo, sabiendo que Dios está obrando a mi favor, incluso cuando no lo vea claramente.

  • Mateo 14:22-36:
    Debo sentir paz y confianza al saber que Jesús tiene control sobre cualquier circunstancia que me afecte. También debo experimentar valentía para salir de mi zona de confort, como Pedro al caminar hacia Jesús. En los momentos de duda o temor, debo reconocer mi necesidad de Jesús y clamar a Él con humildad, sabiendo que Él está dispuesto a salvarme.


3. ¿Hay algo que deba hacer?

  • Éxodo 4-6:
    Debo obedecer el llamado de Dios, incluso cuando sienta miedo o me crea incapaz, tal como Moisés obedeció a pesar de sus dudas. Faraón, que representa la esclavitud, puede simbolizar las adicciones, los problemas financieros o emocionales que enfrentamos.
    Debo ser persistente en el propósito de Dios, confiando y descansando en Sus promesas mientras espero Su intervención. Así como Moisés y Aarón continuaron obedeciendo a Dios a pesar de la oposición inicial, yo también debo perseverar.

  • Mateo 14:22-36:
    Debo dar pasos de fe, confiando en Jesús, como Pedro al salir de la barca para caminar sobre el agua. También debo clamar a Jesús en momentos de debilidad, sabiendo que Él está dispuesto a ayudarme. Finalmente, debo reconocer a Jesús como el Hijo de Dios, adorándolo y rindiéndome a Él. Invitarlo a vivir en mi corazón es esencial para vivir en fe. Además, debo creer que formo parte del pueblo espiritual de Dios y apropiarme de las promesas que Él hizo a Su pueblo.


Conclusión:

Estos pasajes nos enseñan a confiar en el poder y la fidelidad de Dios, a sentir paz y valentía al caminar con Jesús, y a actuar en fe obedeciendo Su llamado. No importa cuán inestables sean las circunstancias o cuán grandes sean las pruebas, Jesús siempre está dispuesto a extender Su mano y levantarnos.


Oración final:
"Padre celestial, gracias por Tu palabra que hoy me ha fortalecido. Te reconozco como mi Dios, mi Señor y mi Salvador, y te invito a vivir en mi corazón. Creo en Tus promesas y te pido que me ayudes a sentir Tu paz y confianza en mi vida. Enséñame a actuar con fe y obediencia, entregándote todas mis circunstancias y pruebas, sabiendo que Tú tienes el control. Gracias por sostenerme, por amarme y por estar siempre conmigo. En el nombre de Jesús, amén."

Comentarios