"Fortaleciendo Nuestra Fe: Reflexión del 20 de Enero"


Siguiendo el plan de lectura para finalizar la Biblia en un año, hoy, 20 de enero, leemos en el Antiguo Testamento los últimos tres capítulos del libro de Génesis (48, 49 y 50) y, en el Nuevo Testamento, el libro de Mateo, capítulo 13, versículos 31 al 58.

Dediquemos este momento a Dios

Oremos:
Padre Eterno, gracias por este nuevo día que me regalas y por todas tus bendiciones. Ayúdame a retribuirte un poco de lo que me das, viviendo como es de tu agrado, mostrando tu amor y misericordia. Ahora que voy a leer tu Santa Palabra, dame espíritu de entendimiento para comprender las enseñanzas que tienes para mí. En tu Nombre, Señor, amén.



Lecturas del día

Reforcemos la lectura respondiendo las siguientes preguntas:


Génesis 48-50

1. ¿Qué me enseña acerca de Dios?
En Génesis 50:20, vemos la providencia de Dios cuando José declara que lo que sus hermanos hicieron para mal al venderlo a los ismaelitas, Dios lo transformó para bien. Esto nos muestra que Dios tiene un propósito incluso en las situaciones más difíciles y siempre actúa con justicia y sabiduría.

2. ¿Qué me enseña acerca de mí mismo?
Me enseña a confiar en el plan de Dios, incluso en medio del sufrimiento. José pudo perdonar a sus hermanos porque comprendió que Dios tenía un propósito mayor. También aprendo la importancia de la obediencia y la fe, como lo hicieron Jacob y José en sus últimos días, al confiar en las promesas futuras de Dios para sus descendientes.

3. ¿Qué me enseña acerca de las personas y el mundo a mi alrededor?
El mundo está lleno de errores humanos, como la traición de los hermanos de José. Sin embargo, Dios puede transformar las situaciones negativas en algo bueno. También nos enseña el valor del perdón y la reconciliación en nuestras relaciones, recordándonos que el amor de Dios puede sanar y restaurar.


Mateo 13:31-58

1. ¿Qué me enseña acerca de Dios?
En la parábola del grano de mostaza, vemos que Dios valora la fe, por más pequeña que sea, y la hace crecer. Así como un grano de mostaza se convierte en un gran árbol que da sombra y hogar a las aves, nuestra fe, al ser sembrada en buena tierra, puede transformarse en bendición para muchos. Esto se refleja en la vida de José, quien, aunque fue vendido como esclavo, mantuvo su fe y terminó siendo una bendición para su familia y para toda una nación.

También aprendemos que el Reino de Dios tiene un valor incalculable, como el tesoro escondido o la perla de gran precio. Dios es justo y separará a los justos de los malvados al final de los tiempos (parábola de la red).

2. ¿Qué me enseña acerca de mí mismo?
Me desafía a confiar en Dios, como lo hizo Jacob al bendecir a sus descendientes, reconociendo que Dios nos cuida y nos libra del mal. También me anima a evaluar si estoy buscando el Reino de Dios como mi mayor tesoro. Aunque mi fe pueda parecer pequeña como un grano de mostaza, si confío en Dios, puedo crecer y dar fruto abundante.

3. ¿Qué me enseña acerca de las personas y el mundo a mi alrededor?
Muchas personas pueden ser indiferentes o rechazar a Jesús, como lo hicieron en Nazaret, subestimando su autoridad y poder. Aun así, el Reino de Dios está presente en el mundo, creciendo de manera invisible, pero poderosa, transformando a quienes lo reciben con fe y humildad.


Conclusión

Aquellos que confiamos en Jehová, nuestro Dios, sabemos que todas las cosas, incluso las que parecen malas, Él las transforma para nuestro bien. Debemos confiar siempre en Su plan, dejarnos guiar por Su amor y justicia, y agradecerle en todo momento, aunque no siempre entendamos lo que sucede. Además, debemos compartir nuestra fe con nuestras familias, amigos y conocidos, siendo reconocidos como personas justas y temerosas de Dios.


Oración final

Amado Padre Celestial, te pido perdón por las veces que he dudado de tu presencia, pensando que lo que me sucedía era una injusticia. Señor, aumenta mi fe y gracias, porque siempre obras para mi bien. Ayúdame a que mi corazón sea tierra fértil, donde pueda sembrar mi fe, aunque pequeña como un grano de mostaza. Con tu ayuda, crecerá y seré un instrumento en tus manos, llevando bendición a los demás. En el nombre de Jesucristo, amén.




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