Reflexión Febrero 6 sobre la lectura de Levítico 1-3 y Mateo 23:23-39



Reflexión sobre la lectura de Levítico 1-3 y Mateo 23:23-39

Hoy, 6 de febrero, comenzamos la lectura del libro de Levítico, que forma parte del Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia. Levítico se centra en las leyes y regulaciones que Dios dio al pueblo de Israel, especialmente sobre la adoración, la pureza, los sacrificios y las normas de conducta para vivir en santidad.

Estamos siguiendo el plan de lectura anual para leer la Biblia en un año, y hoy nos toca leer los capítulos 1 al 3 de Levítico, junto con el capítulo 23 de Mateo, versículos 23 al 39.

Antes de comenzar, es importante pedir la guía de Dios en oración:

Oración: Señor Dios, te damos gracias por tu palabra, que es luz para nuestros caminos y guía para nuestra vida. Al comenzar a leer el libro de Levítico, te pedimos que nos des sabiduría y entendimiento. Abre nuestros corazones para comprender tus enseñanzas y aplicarlas en nuestra vida diaria. Que podamos ver tu amor y santidad reflejados en cada versículo. Te pedimos que tu Espíritu Santo nos guíe mientras leemos, para que podamos crecer en nuestra fe y acercarnos más a ti. En el nombre de Jesús, amén.


Levítico 1-3: Ofrendas a Dios

En los capítulos 1 al 3 de Levítico, encontramos varias referencias a ofrendas que el pueblo de Israel debía presentar a Dios. Los versículos 9, 13 y 17 de Levítico 1, así como Levítico 2:2, 9 y 16, y Levítico 3:5 y 16, mencionan sacrificios de "olor suave" a Jehová.

Este "olor suave" simboliza una ofrenda aceptada por Dios, lo que significa que nuestras acciones y sacrificios pueden ser agradables a Él si se hacen con un corazón sincero y puro. Las ofrendas eran una forma de acercarse a Dios, buscando purificación y reconciliación con Él.

Reflexión en Mateo 23:23-39:

En Mateo 23:23-39, Jesús expresa su tristeza por la dureza de corazón de Jerusalén. A pesar de su amor y deseo de reunir a su pueblo, muchos no aceptaron su llamado. Jesús lamenta que los líderes religiosos, aunque externamente parecían justos, no eran sinceros en su corazón, tal como lo señala en el versículo 25, donde dice que estaban limpios por fuera pero llenos de inmundicia por dentro. Aquí, podemos ver tanto la misericordia de Dios como la justicia de no permitir que el pecado pase desapercibido.

Conclusión: Vivir como una ofrenda agradable a Dios

Al reflexionar sobre estos pasajes, pensemos en cómo nuestra vida puede ser una ofrenda "de olor suave" a Jehová. Que cada acción, cada pensamiento, y cada palabra que salga de nosotros, sea un acto de adoración que le agrade.


Reflexión personal:

Preguntémonos lo siguiente:

  • ¿Hay algún pecado que deba dejar? Reflexiona sobre tu vida diaria. Si hay algo que te aleja de Dios, como la falta de perdón, actitudes negativas o irritabilidad, es el momento de dejarlo atrás.

  • ¿Hay alguna promesa que deba hacer? Haz un compromiso sincero contigo mismo de no aparentar lo que no eres. Que tu corazón esté limpio, como Jesús enseñó, y que tu vida refleje lo que realmente eres por dentro.

  • ¿Hay algún ejemplo que deba seguir? Jesús nos enseñó a ofrendar con un corazón limpio. Esto es lo que realmente agrada a Dios: cuando ofrecemos nuestras vidas, nuestros dones, y nuestros sacrificios con sinceridad.

  • ¿Hay algún mandamiento que deba obedecer? Obedezcamos los mandamientos de amar a Dios y a los demás. Reflexiona si estás viviendo estos principios en tu vida diaria.

  • ¿Hay alguna actitud que deba cambiar? Examina si hay actitudes que necesiten ser transformadas, como la actitud de los fariseos, que daban diezmos pero no eran misericordiosos fuera de la iglesia.

  • ¿Hay algo por lo que debo estar agradecido? Agradezcamos a Dios por su misericordia y por darnos su palabra como guía. Agradezcamos por la oportunidad de crecer espiritualmente y acercarnos más a Él.


Oración final:

Señor Dios, gracias por el precioso regalo de tu palabra. Gracias por enseñarnos a través de Levítico y las palabras de tu hijo Jesús. Te pedimos que nos ayudes a dejar atrás todo lo que nos aleja de ti y a vivir de acuerdo con tus mandamientos. Que nuestra vida sea una ofrenda agradable a ti. Cambia nuestras actitudes para reflejar tu amor y misericordia. Gracias por tu paciencia con nosotros y por todo lo que nos has dado. Guía nuestros pasos para que podamos ser fieles en cada área de nuestra vida. En el nombre de Jesús, amén.


Que cada día vivamos de acuerdo con la voluntad de Dios, siendo ofrendas vivas y agradables a Él.

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