Dios nos guía cuando lo buscamos
En momentos de incertidumbre, es fácil dejarnos llevar por el miedo, la prisa o nuestras propias decisiones humanas, sin tomar en cuenta a Dios. Sin embargo, la Biblia nos enseña una y otra vez que la verdadera sabiduría y fortaleza provienen de confiar en el Señor y consultar su voluntad.
Tanto en la historia de Josué como en el cántico de Zacarías, vemos cómo Dios actúa con poder y fidelidad a favor de quienes le buscan con sinceridad. Su dirección es segura y su palabra nunca falla.
Antes de continuar, tomemos un momento para elevar una oración sincera, pidiendo a Dios que fortalezca nuestra fe y nos enseñe a confiar en Él en cada paso.
La oración es hablar con Dios: conversemos con nuestro Padre Celestial
Oración por la fe y la confianza en Dios
Señor amado,
en medio de las dudas y las tormentas,
acudo a Ti con un corazón que desea confiar plenamente.
Aumenta mi fe cuando el miedo toque mi puerta.
Dame la paz que solo Tú puedes dar
y enséñame a descansar en tus promesas.
Aunque no entienda el camino,
aunque no vea la salida,
sé que Tú estás conmigo y no me abandonarás.
Fortalece mi alma, Señor,
para que pueda caminar con valentía y esperanza,
confiando en que tu voluntad es buena, perfecta y agradable.
Te entrego mis preocupaciones, mis anhelos y mis temores,
y me aferro a Ti, mi roca firme.
Haz que mi fe crezca cada día más
y que mi confianza en Ti sea más fuerte que cualquier prueba.
En el nombre de Jesús,
Amén.
Lectura bíblica del día: Josué 9–10 y Lucas 1:57–80
La lectura del 23 de marzo según el plan anual nos lleva al Antiguo Testamento: Josué 9–10, y al Nuevo Testamento: Lucas 1:57–80.
Estas dos porciones de la Escritura nos revelan un contraste poderoso y una enseñanza profunda sobre la fidelidad de Dios y la importancia de la obediencia y el discernimiento espiritual.
En Josué 9–10, vemos cómo el pueblo de Israel, al no consultar al Señor, es engañado por los gabaonitas. Esto nos recuerda la importancia de buscar siempre la guía de Dios antes de tomar decisiones. A pesar del error, Dios en su misericordia defiende a Israel cuando decide honrar su palabra. La victoria milagrosa en la batalla —donde el sol se detiene— muestra que Dios pelea por su pueblo cuando camina en obediencia y fe.
En Lucas 1:57–80, el nacimiento de Juan el Bautista es prueba de que Dios cumple lo que promete. A pesar de la incredulidad inicial de Zacarías, Dios le devuelve el habla al reconocer su plan. Entonces, Zacarías proclama el Benedictus, un cántico lleno de esperanza y verdad. Este himno nos recuerda que Dios visita a su pueblo para redimirlo y guiarnos por caminos de paz.
Ambas lecturas nos enseñan que, aunque nosotros podemos fallar o dudar, Dios es fiel, y cuando confiamos en Él y buscamos su dirección, Él obra con poder.
Preguntas para reflexionar
1. ¿Qué consecuencias trae actuar sin consultar a Dios, como lo hizo Josué con los gabaonitas?
👉 Actuar sin buscar la guía de Dios puede llevarnos a tomar decisiones equivocadas o caer en engaños. Esta historia nos recuerda que siempre debemos buscar su voluntad antes de actuar.
2. ¿Cómo responde Dios cuando somos fieles a nuestra palabra, incluso si cometimos un error?
👉 Dios honra la fidelidad. A pesar del error de Josué, el Señor respaldó su decisión de mantener el pacto, y peleó por Israel. Él defiende a los que caminan con integridad.
3. ¿Qué nos enseña el cántico de Zacarías sobre la fidelidad de Dios a sus promesas?
👉 Nos muestra que Dios no olvida sus promesas. Aunque pasen los años o enfrentemos silencios, Él cumple en su tiempo perfecto, trayendo redención, luz y dirección a quienes confían en Él.
Oración después de la reflexión
Señor amado,
gracias por hablar a mi corazón a través de tu Palabra.
Hoy he comprendido la importancia de buscarte en cada decisión,
de confiar en tu guía y de caminar con integridad, aun cuando haya errores.
Perdóname si he actuado por impulso o sin consultarte.
Hazme más sensible a tu voz
y ayúdame a recordar que tú siempre eres fiel,
aunque yo a veces dude o falle.
Así como defendiste a Josué y cumpliste tu promesa en el nacimiento de Juan,
te pido que pelees mis batallas,
que guíes mis pasos
y que cumplas tu propósito en mí.
Gracias por tu misericordia y tu fidelidad que no cambia.
Quiero caminar contigo con fe renovada,
creyendo que tu luz me guía por caminos de paz.
En el nombre de Jesús,
Amén.
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