📆 Devocional del 22 de abril
Lectura bíblica: 2 Samuel 1–3; Lucas 16:19–31
🌱 Orar por crecimiento espiritual
Orar por crecimiento espiritual es una de las oraciones más importantes que un creyente puede hacer, porque toca directamente nuestra relación con Dios y nuestro propósito en esta vida.
La vida cristiana no es estática. Hebreos 6:1 nos llama a avanzar a la madurez. Así como un bebé necesita crecer, también nosotros debemos ser transformados por el Espíritu para dar fruto: amor, gozo, paz, paciencia... (Gálatas 5:22-23).
Cuando oramos por crecer, el Espíritu Santo comienza a obrar en nosotros. Nos guía, nos fortalece, y nos moldea a la imagen de Cristo.
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”
— 2 Pedro 3:18
👑 2 Samuel 1–3: Un corazón que perdona, lidera y edifica
Capítulo 1 nos muestra a David llorando la muerte de Saúl y Jonatán, aun cuando Saúl lo persiguió injustamente. Esto revela un corazón limpio y honrado, que no guarda rencor ni se alegra del mal ajeno.
David eligió el perdón, la honra y la compasión. ¿Hacemos nosotros lo mismo cuando somos heridos?
Capítulo 2 enseña que David no actuó por impulso, sino que consultó a Dios antes de tomar decisiones. Aunque fue proclamado rey, no se apresuró a conquistar el reino completo.
Esto nos habla de paciencia, dependencia y obediencia.
Capítulo 3 refleja cómo los conflictos y ambiciones humanas pueden retrasar la unidad que Dios quiere formar. Aun así, David mantuvo su integridad y permitió que Dios lo fortaleciera sin tomar venganza por su cuenta.
📝 Reflexión:
Dios no solo da promesas, también nos prepara para ellas. ¿Estoy siendo fiel en el proceso? ¿Perdono como David, consulto a Dios antes de actuar y mantengo la paz donde hay división?
🔥 Lucas 16:19–31: Vivir con la eternidad en mente
Jesús relata la historia del rico y Lázaro, una poderosa advertencia sobre cómo vivimos y hacia dónde nos dirigimos.
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El rico vivió para sí mismo, sin hacer daño… pero tampoco haciendo el bien.
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Lázaro, el necesitado, ignorado en vida, fue consolado en la eternidad.
Este pasaje nos recuerda que:
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La eternidad pone todo en su lugar.
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La indiferencia puede ser pecado.
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Después de la muerte no hay segunda oportunidad.
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La Palabra de Dios es suficiente para creer y cambiar.
📝 Reflexión:
¿Estoy usando lo que Dios me ha dado para bendecir a otros? ¿Me mueve la compasión o la comodidad? ¿Estoy viviendo para esta vida… o con la mirada puesta en la eternidad?
🙏 Oración final: Corazón recto y mirada eterna
Señor,
dame un corazón perdonador conforme al Tuyo,
que busca la paz y actúa con integridad.
Hazme sensible al dolor ajeno,
que nunca ignore al necesitado.
Ayúdame a vivir guiado por tu Palabra
y con la mirada puesta en la eternidad.
En el nombre de Jesús,
Amén.
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