📖 Lectura del Día – 3 de Mayo
Pasajes: 1 Reyes 3, 4 y 5; Lucas 22:1–30
🙏 Oración antes de iniciar la lectura del día
Señor mi Dios,
te doy gracias porque no llamas a los capacitados, sino que capacitas a los llamados.
Tú eres el Dios que no deja órdenes sin dirección,
ni sueños sin provisión.
Capacítanos para administrar con fidelidad todo lo que nos das,
para ser diligentes en lo poco y en lo mucho.
Ayúdanos a confiar en Ti cuando no entendamos el camino,
porque Tú nos guías paso a paso.
Haznos vivir conforme a Tu propósito y no según los patrones de este mundo.
Danos un corazón sensible a Ti, a Tu voz,
y que ahora, al escudriñar Tus Santas Escrituras,
Tu mensaje nos hable con claridad y se quede grabado en lo más profundo de nuestro corazón.
En el nombre de Cristo Jesús,
Amén.
📖 1 Reyes 3
Este capítulo nos muestra un momento determinante en la vida del rey Salomón: su oración por sabiduría.
En lugar de pedir riquezas, fama o larga vida, pidió un corazón entendido para gobernar con justicia.
Dios se agradó de su petición y le concedió no solo sabiduría sin igual, sino también riquezas y honor como recompensa por su humildad.
✨ Reflexión espiritual:
Dios honra las peticiones sinceras que brotan de un corazón alineado con Su voluntad.
Buscar primero lo espiritual antes que lo material activa la promesa: “y todo lo demás será añadido” (Mateo 6:33).
La sabiduría que proviene de Dios no es teórica: se traduce en decisiones prácticas que edifican vidas y promueven justicia.
La historia de las dos mujeres que reclaman al mismo niño es un claro ejemplo de cómo la sabiduría divina se manifiesta en lo cotidiano, revelando lo oculto y estableciendo verdad.
🙏 Aplicación:
Pidamos a Dios esa sabiduría que no solo gobierna, sino que dirige nuestras decisiones familiares, emocionales y espirituales.
Un corazón entendido no solo bendice al que lo tiene, sino también a quienes lo rodean.
📖 “Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.” — 1 Reyes 3:10
📖 1 Reyes 4
Aquí vemos la estructura del reino de Salomón: sus oficiales, organización territorial y la impresionante extensión de su sabiduría.
Salomón gobernó con un equilibrio entre inteligencia, orden y reverencia a Dios, llevando a Israel a una época de paz y abundancia.
✨ Reflexión espiritual:
La sabiduría de Dios produce más que conocimiento: trae orden, paz y testimonio.
Cuando gestionamos bien lo que Dios nos entrega, reflejamos Su carácter a los demás.
El liderazgo sabio no impone, sino que administra con excelencia, visión y temor de Dios.
Salomón no solo fue sabio en lo espiritual, también fue brillante en temas prácticos y científicos. Eso nos enseña que la sabiduría divina abarca todas las áreas de la vida.
🙏 Aplicación:
Señor, danos la sabiduría necesaria para ordenar nuestra vida, servir a otros y glorificarte en lo cotidiano.
Así como Salomón organizó su reino con excelencia, ayúdanos a administrar nuestro tiempo, dones y relaciones conforme a Tu voluntad.
📖 “Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.” — 1 Reyes 4:29
📖 1 Reyes 5
Salomón comienza a preparar la construcción del Templo de Jehová, cumpliendo así un deseo profundo de su padre David.
Establece alianzas, organiza recursos y dispone al pueblo para llevar a cabo esta obra sagrada.
✨ Reflexión espiritual:
Dios edifica en tiempos de paz.
La obra del Señor requiere corazones dispuestos, visión clara y una administración sabia.
Los sueños de una generación pueden cumplirse en otra, pero el propósito de Dios jamás queda inconcluso.
Salomón entendió que edificar para Dios no es una tarea improvisada, sino una misión que demanda orden, estrategia y unidad.
🙏 Aplicación:
Que nuestras vidas sean templos preparados para Tu presencia, Señor.
Ayúdanos a vivir con reverencia, propósito y obediencia.
Que cada decisión y cada paso esté alineado con el plan eterno que tienes para nosotros.
📖 “He aquí yo tengo determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios.” — 1 Reyes 5:5
📖 Lucas 22:1–30
Este pasaje describe los momentos previos a la crucifixión de Jesús:
la traición de Judas, la institución de la Santa Cena, y una enseñanza poderosa sobre el verdadero liderazgo en el Reino de Dios.
✨ Reflexión espiritual:
-
La traición en medio de lo sagrado
Judas acuerda entregar a Jesús mientras se celebraba la Pascua, un tiempo sagrado.
Nos recuerda que la traición puede venir de los más cercanos, pero el plan de Dios sigue firme. -
La Cena del Señor
Jesús convierte el pan y el vino en símbolos de un nuevo pacto.
La comunión con Dios no es solo un rito, sino una relación de amor sellada con sacrificio. -
El liderazgo que sirve
Jesús redefine la grandeza: no se trata de ser servido, sino de servir como Él sirvió.
El más grande es el que se humilla y ama sin condiciones. -
Esperanza en medio del dolor
Jesús, aun en medio de su agonía inminente, promete un lugar en Su Reino a sus discípulos.
La esperanza eterna trasciende la oscuridad del presente.
🙏 Aplicación:
Que vivamos con lealtad a Cristo, con un corazón humilde, dispuesto a servir y a recordar diariamente Su entrega por nosotros.
La verdadera grandeza se revela en el amor que se ofrece y el servicio que no espera recompensa.
📖 “Pero yo estoy entre vosotros como el que sirve.” — Lucas 22:27
🙏 Oración final: “Sabiduría para Servir y Edificar”
Señor Dios Todopoderoso,
hoy me acerco a Ti como lo hizo Salomón,
pidiéndote un corazón entendido,
que sepa discernir entre el bien y el mal
para vivir conforme a Tu voluntad.
Dame la sabiduría que organiza, edifica y trae paz.
Enséñame a ser un buen administrador de los dones, talentos y recursos
que Tú me has confiado,
no para mi gloria, sino para levantar Tu Nombre.
Hazme vivir en obediencia,
preparando con esmero cada detalle de mi vida,
construyendo desde la paz y la fe,
como quien sabe que cada decisión es parte de una obra mayor: Tu Reino.
Y sobre todo, mi Señor,
hazme más como Tú.
Que en cada acción, palabra o decisión
refleje Tu amor entregado sin condiciones.
Concédeme permanecer fiel.
No quiero solo conocer Tu Reino,
quiero servirte en él con humildad y gratitud.
En el nombre de Tu Hijo amado,
Jesús, mi Señor y Salvador,
Amén.
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