✨ “Con una fe humilde, en manos del Dios poderoso”


 

📖 Devocional – 24 de Julio

📜 Lectura Bíblica del Día:


🌅 Preámbulo – ¿Cuánta fe se necesita para ser salvo?

Muchas veces nos preguntamos si nuestra fe es suficiente para agradar a Dios o alcanzar la salvación. Pensamos en grandes héroes de la fe como Abraham, Moisés o Pablo, y sentimos que nuestra fe es débil o pequeña. Pero Jesús dijo algo profundamente alentador: "Si tienen fe como un grano de mostaza..." (Mateo 17:20). No se trata de tener una fe perfecta o enorme, sino una fe genuina, aunque sea pequeña, depositada en el Salvador correcto.

La salvación no depende de la cantidad de fe, sino del objeto de esa fe: Jesucristo. La fe verdadera reconoce que no podemos salvarnos por nosotros mismos y confía completamente en la gracia de Dios. Hoy, al leer la Palabra, recordemos que una fe sincera, aunque frágil, es suficiente cuando se aferra al amor y poder de Dios. Él no desprecia al que viene a Él con un corazón humilde y confiado.


🙏 Oración antes de la lectura

Señor Dios Todopoderoso,
Gracias por el regalo de la fe, aun cuando a veces la siento tan pequeña. Hoy me acerco a Ti con un corazón abierto, lleno de amor, fe y humildad, con el deseo de conocerte más y confiar más en Tu Palabra.
Ayúdame a comprender lo que leeré, que no sea solo información, sino transformación.
Aumenta mi fe mientras medito en Tus promesas y enséñame a vivir cada día con la certeza de que en Ti tengo salvación, dirección y esperanza.
En el nombre de Jesús,
Amén.


📖 Salmo 29 – La voz que domina las tormentas

El Salmo 29 es un canto de adoración que nos lleva a contemplar la majestad y el poder de Dios, especialmente expresados a través de Su voz. El salmista repite una y otra vez: “La voz del Señor…”, mostrándonos que cuando Dios habla, nada permanece igual.

Este Salmo nos recuerda que la voz de Dios resuena con poder sobre las aguas, rompe los cedros más fuertes, sacude los desiertos y hace temblar la tierra. ¿Qué significa esto para nosotros hoy? Que la palabra de Dios no es débil ni pasiva. Es viva, activa, poderosa y capaz de cambiar circunstancias, romper barreras y traer orden donde hay caos.

Pero también hay una promesa al final del salmo: “El Señor bendice a su pueblo con paz” (v.11). Es decir, el mismo Dios que domina las tormentas externas también puede traer paz interna a tu alma. Aun si hay truenos en tu vida, si confías en Él, su voz traerá dirección, firmeza y seguridad.

Este salmo nos enseña a rendirnos en adoración, reconociendo que Dios no es un espectador distante, sino un Rey glorioso que actúa con autoridad en el cielo y en la tierra… y también en tu historia personal.


📖 Salmo 30 – Del llanto a la danza

El Salmo 30 es un testimonio de transformación: de la aflicción a la restauración, de la tristeza a la alegría, de la desesperanza a la alabanza. David alaba a Dios por haberlo librado de la muerte y haber cambiado su lamento en gozo:
"Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría" (v.11).

Este salmo es un canto que nos recuerda que el sufrimiento no es eterno, que la noche tiene un límite y que la misericordia de Dios tiene la última palabra. Una de las frases más conocidas de este pasaje es:
"El lloro puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá la alegría" (v.5).
Esa es una promesa que da esperanza: las lágrimas no son permanentes cuando Dios está presente.

David también reconoce que cuando todo le iba bien, pensó que nada lo haría caer (v.6), pero cuando Dios permitió la prueba, se dio cuenta de su fragilidad y clamó con humildad. Así aprendió a no confiar en sus circunstancias, sino en el carácter fiel de Dios.

El Salmo 30 nos invita a alabar a Dios no solo después del milagro, sino también mientras esperamos. Nos asegura que nuestro Dios es especialista en restaurar el alma y dar sentido al sufrimiento, llevándonos de vuelta a la alegría, y dándonos una nueva canción.


📖 Hechos 21:15–40 – Firmeza en medio de la oposición

En este pasaje vemos a Pablo llegar a Jerusalén sabiendo que lo esperan sufrimientos, pero también sabiendo que está cumpliendo la voluntad de Dios. Lo recibe Jacobo junto a los ancianos, y Pablo les relata todo lo que Dios ha hecho entre los gentiles por medio de su ministerio. Ellos se alegran, pero también le advierten que muchos judíos creen que Pablo enseña a abandonar las tradiciones. Para calmar tensiones, le piden que se purifique según el rito judío.

Pablo accede, no por temor, sino por amor al testimonio del Evangelio. Sin embargo, aun con esa disposición conciliadora, es acusado injustamente en el templo, y se desata un alboroto. Lo arrastran fuera del recinto y están por matarlo cuando interviene el comandante romano y lo arresta. Aun en medio de la confusión, Pablo no pierde la calma, y al final del capítulo pide hablar al pueblo desde las escaleras.

Este relato nos enseña que seguir a Cristo no siempre será cómodo ni comprendido. Pablo no hizo nada malo, y aun así fue atacado. Pero él no reaccionó con odio ni venganza, sino con firmeza y fe.
👉 La obediencia a Dios no siempre evitará los problemas, pero siempre nos dará fuerza para enfrentarlos con propósito.

Además, nos deja una gran lección de liderazgo espiritual: ser fiel a Dios a veces implica sufrir malentendidos, persecución o rechazo, incluso dentro de la comunidad de creyentes. Pero Pablo nos inspira a mantener el enfoque en lo que realmente importa: testificar de Cristo con valentía y amor, aun desde las escaleras de una prisión.


🙏 Oración final

Gracias, Señor Todopoderoso,
porque con tu voz dominas las tormentas y traes paz a mi alma.
Gracias porque una y otra vez has cambiado mi llanto en alegría,
mi debilidad en fuerza y mi lamento en alabanza.
Gracias por amarme más de lo que puedo comprender.

Perdóname cuando dudo, cuando me dejo llevar por el temor o la opinión de otros.
Dame un corazón humilde para confiar, una fe firme para permanecer,
y un amor tan fuerte que me impulse a obedecerte incluso si eso trae incomodidad.
Que nunca me deje intimidar por el rechazo, ni caiga en pecado por miedo a lo que otros piensen.
Quiero serte fiel en todo, y seguir adelante con amor, fe y humildad.

En el nombre de Cristo Jesús,
Amén.

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